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Bienvenidas y bienvenidos a quienes deseen conocer y trabajar con mi propuesta pedagógica y metodológica

Miguel Escobar Guerrero

Seis décadas construyendo una utopía en el salón de clases

Carta a estudiantes,

El salón de clases es un espacio de palabra y de silencio, de deseos y sueños, de autoridad y libertad, de autoritarismo y libertinaje, de conflictos y diálogo, de transmisión de saberes y construcción de conocimientos, de amores y desamores, de pasiones y locuras. Esta década del 2020 nos está abriendo los ojos a varias crisis que, sabiendo de ellas, no quisimos leerlas para tomarlas en serio: ecológicas, del poder político, educativas, familiares, económicas, religiosas, judiciales, civilizatorias y de los medios de información. 

En el Colegio de Pedagogía de la Facultad de Filosofía y Letras, FFyL, he sido profesor a lo largo de seis décadas, buscando construir sueños y utopías en el salón de clases, en el marco de procesos educativos vividos entre Eros y Tánatos. Veamos: 

  1. A finales de la década de 1970 entré a trabajar en el Colegio de Pedagogía. En 1978 me despedí de Paulo Freire, con quien estuve durante cuatro años, en la Facultad de Sicología y Ciencias de la Educación de la Universidad de Ginebra (Suiza), estudiando junto a él su praxis educativa. Freire me invitó a colaborar con él en la República de Sâo Tomé y Príncipe, país africano que acababa de obtener su independencia, cuyas autoridades educativas le pidieron que se encargara de la campaña de alfabetización.

    Cuando nos despedimos en Ginebra, Paulo me dio un legado, al afirmar:

    Reinvéntame, no me repitas

    Con ese desafío comenzó mi experiencia con estudiantes del Colegio de Pedagogía y, al mismo tiempo, con estudiantes de psicología de la hoy Facultad de Estudios Superiores Iztacala.

  2. En la década de 1980 fui aprendiendo, al lado de estudiantes, a “leer el mundo” y definí mi proyecto de investigación con el nombre de LECTURA DE LA REALIDAD PENSAR LA PRÁCTICA PARA TRANSFORMARLA. Esa lectura en el aula se enriqueció tanto con el seguimiento y estudio de los movimientos de liberación en América Latina, que estaban surgiendo en esos años, como por el compromiso de estudiantes para conocer la praxis freiriana y convertirse en sujetos autónomos de sus procesos educativos.

    Así identificamos los procesos educativos como un acto de conocimiento, al mismo tiempo que como un acto político. Como acto de conocimiento las preguntas son: ¿qué conocer y cómo hacerlo?, o sea cuál es la PROBLEMÁTICA que se va a enseñar-aprendiendo. Como acto político, las preguntas son ¿en favor de qué y quienes y, por lo tanto, en contra de qué y de quienes se va a estudiar dicho conocimiento? Este proceso epistemológico dio origen a la METODOLOGÍA PARA EL RESCATE DE LO COTIDIANO Y LA TEORÍA EN EL AULA, MRCYT. Esa Metodología es un gran apoyo para analizar la cotidianidad de la problemática a estudiar y su teorización.

    Además, en la década de 1980 mi práctica educativa se enriqueció con la presencia, en dos ocasiones, de Paulo Freire en nuestra Facultad. Él acababa de publicar su segunda pedagogía: La pedagogía de la esperanza. Un reencuentro con la Pedagogía del Oprimido. Con Freire en México comprendí, como él me lo señaló, que no debía esperar ni aplausos ni reconocimiento en mi trabajo, sino todo lo contrario.

  3. En la década de 1990 la Pedagogía del oprimido se hizo realidad con el levantamiento zapatista, su ¡YA BASTA! que sacudió a México y al mundo al ir enseñándonos a entender las cuatro ruedas de la globalización neoliberal: explotación, despojo, desprecio y represión. Y fuimos conociendo las formas de resistencia y organización de las comunidades zapatistas, hoy confrontadas con uno de los gobiernos más crueles por su desprecio hacia los pueblos originarios e intenta silenciar, como si eso fuera posible, al EZLN, ignorando a las comunidades zapatistas.

    Pero también fue la década de la muerte de Paulo Freire y del nuevo despertar rebelde de estudiantes en nuestra Universidad. En especial, la huelga de 1999-2000 en la cual las y los estudiantes defendieron el derecho al pase automático de la preparatoria a la universidad y rechazaron la privatización de la UNAM.]

  4. La década de 2000 fue el inicio de los Seminarios Internacionales Freirianos Zapatistas, organizados y coordinados por estudiantes para compartir sus procesos y resultados obtenidos con la MRCYT, además del acercamiento con las comunidades zapatistas y con distintos encuentros organizados por el EZLN en la Universidad de la Tierra, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas.

  5. La década de 2010 fue esencial en nuestro trabajo educativo, con el surgimiento del EQUIPO LECTURA DE LA REALIDAD, conformado por exestudiantes que creyeron en la propuesta de la lectura de la realidad en el aula. Apareció el primer libro escrito entre estudiantes y profesor, Descifrar tu mirada. De Caledonia a Playa Careyes. Libro, novela, relato que ha sido parte esencial del proyecto para la comprensión de la propuesta pedagógica y metodológica. Es una novela de amor entre los dos protagonistas, Lisa y Marcos, en el contexto de la crueldad del gobierno con las y los oprimidos. Casi al mismo tiempo, en forma individual, escribí mi propuesta educativa, Pedagogía Erótica. Paulo Freire y el EZLN, donde comencé a explicar los cinco ejes del proyecto: PRAXIS FREIRIANA-PRAXIS, ESCOBARINA, PRAXIS ZAPATISTAS-PSICOANÁLISIS POLÍTICO-PEDAGOGÍA ERÓTICA. Fue fundamental encontrar la fuerza de la pulsión de vida, de Eros, ante la violencia y crueldad como pulsión de muerte, el Tánatos de los malos gobiernos.

    Pero en esta década de 2010 nuestra praxis se llenó de dolor y rabia con, la muerte y desaparición de estudiantes de AYOTZINAPA. Esa crueldad, como la de los feminicidios cotidianos en México, hace parte del desprecio del gobierno hacia los estudiantes, como un acto filicida en una especie de “carta de presentación” de los malos gobiernos neoliberales en México y el mundo: suprimir la rebeldía, asesinando a estudiantes, como ocurrió en el 68.

  6. En la década de 2020 he vivido cinco problemáticas de gran importancia. Una, la lectura de mi vida emocional y la necesidad de profundizar en el psicoanálisis político, estudiando la neurociencia. El segundo, la desaparición del EQUIPO LECTURA DE LA REALIDAD, en el contexto del movimiento de las mujeres organizadas de nuestra Facultad. El tercero, la pandemia de covid-19 y el encierro. El cuarto, la realidad del control, casi absoluto, del ser humano en la era digital, con sus algoritmos y con la inteligencia artificial. Y, quinto, la educación virtual, lo la que, en dos años, fue desapareciendo la empatía ante el desconcierto de la nueva era del Antropoceno, con la gravedad del calentamiento global.

    Pero también, en esta década, los videos realizados por estudiantes para leer y estudiar la problemática definida en cada año lectivo han logrado no solo una teorización de gran importancia, sino un gran avance tecnológico. Todo este trabajo puede consultarse en la página del proyecto, en la sección RAPs 2023-1. 

No ha sido fácil para mi el constatar cada año y cada semestre, a lo largo de los 45 años, en nuestra Facultad, la dificultad de “nadar a contracorriente” con estudiantes que, en general, se inscriben en mis asignaturas optativas como, tal vez, la última opción, la que se acomoda a sus horarios. Pero aún así son muchos los espacios que con las y los estudiantes hemos conquistado, en especial con los XIV SEMINARIOS INTERNACIONALES FREIRIANOS-ZAPATISTAS. 

Este es el panorama que les presento a ustedes, estudiantes del quinto y séptimo semestre de Pedagogía. Las y los invito a asumir su deber de seres humanos, ético y político y, como estudiantes de una universidad pública a PENSAR LA PRÁCTICA PARA TRANSFORMARLA en favor y con las y los desarrapados del mundo, con las y los sin rostro, los Nadies, con el EZLN y las comunidades zapatistas que sembraron la semilla de la resistencia y de organización en la mayoría de los pueblos indígenas de México y del mundo. 

Les propongo una pedagogía de la vida que nombro PEDAGOGÍA ERÓTICA, una pedagogía que nos permite conocer la raíz del deseo, de la pasión, de nuestro erotismo donde cuerpo y sentimientos se unen para aprender a amar. Donde tendremos que preguntarnos si la vida vale la pena de vivirse. 
Sin conocer nuestros deseos en el acto educativo 
el conocimiento no tiene sentido. 
La pedagogía es un acto de amor 
como pulsión de vida, de Eros, 
que convive con la pulsión de muerte, Tánatos.